Desde sus muy humildes comienzos a principios de la década de los 90, las búsquedas en Internet han transformado sustancialmente la forma en que las personas acceden a información y a productos y servicios. Los buscadores de Internet son herramientas esenciales que permiten navegar por la vasta cantidad de datos disponibles en la red, evolucionando constantemente para ofrecer resultados más precisos y relevantes.
Inicialmente sencillos, indexando solamente títulos y encabezados, la llegada de Google en 1998 marcó un hito que revolucionó la clasificación de información en línea. A partir de ese momento, el panorama ha tenido una constante transformación impulsada por nuevas tecnologías y cambios en las búsquedas de usuarios.
La transformación de los buscadores: de los centrífugo a lo centrípeto
Los buscadores web funcionan mediante un proceso de rastreo, indexación y recuperación de datos de páginas online. Los primeros motores de búsqueda reconocidos, como Archie en 1990 para archivos FPT y Wandex en 1993 para páginas web, sentaron las bases. Durante años, el modelo dominante fue el conocido como “centrífugo”, donde el buscador actuaba como una plataforma de despliegue, llevando al usuario velozmente a otras webs. Un gran ejemplo de este modelo fue Google Search, un hub aeroportuario que dirigía tráfico a sitios de noticias y comercio electrónico.
Pero las mutaciones con el tiempo han sido considerables. Hoy en día, los buscadores se están volviendo cada vez más centrípetos, lo que quiere decir que, en lugar de expulsar al usuario a otras páginas, lo que hacen es presentar toda la información procesada y ya sintetizada directamente en la página de resultados. Una gran parte de las búsquedas en Internet hoy ya no resultan en clics a sitios externos, sino que el usuario se queda dentro del ecosistema del buscador. Es un fenómeno conocido como “zero-click content”, lo que ha sido acelerado por la integración de la inteligencia artificial.
También es importante destacar que las búsquedas de usuarios están cambiando, especialmente entre las generaciones más jóvenes. Para la generación Z, por ejemplo, plataformas tales como YouTube y TikTok se han convertido en los motores de búsqueda de referencia, lo que da cuenta de una diversificación tanto de los canales como de los formatos.
Cambios en las búsquedas en Internet y el futuro del posicionamiento
Ante el panorama mencionado, el posicionamiento web (SEO) debe adaptarse. Las proyecciones actuales indican que el volumen de búsquedas en Internet tradicionales podrían reducirse hasta un 25% para 2026, reemplazándose por IA y otras herramientas. No obstante, esto no implica el fin del SEO, sino, por el contrario, su evolución. En este sentido, algunas de las claves para el futuro del posicionamiento web son:
- Contenido de confianza y autoridad temática para ser priorizado por los buscadores; especialmente el contenido desarrollado por expertos, completo, detallado y con fuentes fiables.
- Calidad y lenguaje natural en el contenido para responder claramente a la búsqueda semántica y personalizada.
- Optimización de la arquitectura web, la velocidad de carga y la versión móvil para un mejor posicionamiento.
- Contenido en video para atraer la atención e incrementar el tiempo en página.
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